jueves, 3 de abril de 2008

Orgullo Pauls

Como bien dijo Cristina en su acto remake de Evita sin Alan Parker, por qué difaman? Todo en contra, como nuestro país. Lo que menos esperaba es una provocación desde adentro de la familia... Lo que me faltaba.
Mi llegada a Berlín, tierra del abuelo Helmut, cargada de emptividad por tener que dejarla atrás, se tiñó de desgracia. O bien, de una suceción de pequeñas desgracias. Peleas, problemas monetarios, malos entendidos, cámaras rotas, una mudanza faraónica y la enfermedad. La enfermedad, palabra usada mas de una vez por algún familiar para justificar su ausencia de algún ágape o evento familiar. Enfermedad que tras cinco días sigue junto a mí. Unos han dicho, "uh, estoy enfermo". Sin embargo yo puedo decir que luché contra temperaturas bajo cero, nieve, lluvia, mares de vodka con olas de tequila que me arrastraron a los anodinos mares de la resaca, infestado de sirenas que chuparon mis fuerzas. Me abrazaron los tentáculos de la fiebre, pero seguí. Casi sin fuerzas, atravesé barrios con la fiebre tras de mí, subí y bajé escaleras con maletas y bolsas, despidiéndome como podía de mis amigos hasta que el martes a las 5 AM dejé la ciudad del abuelo Helmut. Partí rumbo al aeropuerto de Schönefeld, con maleta y compu en mano, pasando controles de seguridad hasta llegar al avión y despegar rumbo a Barcelona. Ahora me retiro por una semana. Recuperaré fuerzas para volver y comprobar que TODOS los hermanos y primos estén a la altura... No quiero quejas, ni escusas... TAKE NO PRISONERS.
El gengibre y el limón son mis compañeros en esta gesta.
Actué como un Pauls y ante la difamación reacciono como Pauls... Ustedes harían lo mismo.
Igual los quiero.

Claudio

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