jueves, 3 de abril de 2008

Helmut Müller. Anarquista.

Como he dicho...estuve tras los pasos del abuelo Helmut.
Nació en 1899 en Berlín. Más precisamente en el barrio de Prenzlauerberg, más precisamente en la calle Wicherstrasse 43. Hoy una zona tranquila. Justo en la esquina con Prenzlauer Alle. Un bonito edificio que no fue restaurado aún, conservando el aspecto del Berlín de postguerra, algo que todavía hoy es común de encontrar en esa parte de la ciudad.
Aquí un poco de la excitante vida del abuelo Helmut en Berlín.
Su padre, Reinner Müller, tenía una pequeña imprenta. Su madre, Anna, era maestra. No eran una familia rica, pero no eran de clase baja. En 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial, Reinner es llamado a combate. Desgraciadamente murió casi al inicio del confilicto, el 27 de diciembre de 1914 en Ypes, Bélgica. Luego de lo que fué conocido como "la tregua de Navidad".

La tregua de Navidad fué un breve alto el fuego no oficial que ocurrió entre el Imperio Alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial durante la Navidad de 1914. La tregua comenzó en la víspera de la Navidad, el 24 de diciembre de 1914 cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando villancicos, específicamente Stille Nacht (Noche de paz). Las tropas británicas en las trincheras al otro lado respondieron entonces con villancicos en inglés. Ambos lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los otros. Pronto ya había llamadas a visitas en la tierra de nadie, donde pequeños regalos fueron intercambiados: whisky, cigarrillos, etc. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados. Se condujeron ceremonias de entierro con soldados de ambos lados del conflicto llorando las pérdidas juntos y ofreciéndose su respeto.
La artillería en esa región permanenció silenciosa esa noche. Desafortunadamente, días después una bala británica alcanzó la cabeza de Reinner mientras estaba en su trinchera.
Este hecho afectó terriblemente al joven Helmut que con 15 años tuvo que cuidar de su madre ya que la educación en épocas de guerra no era algo que el imperio alemán priorizara demasiado.

Esto hizo también que Helmut radicalizara su manera de pensar y viera de forma crítica tanto al imperio alemán como a su sociedad.
Aunque el anarquismo nunca llegó a arraigar en Alemania, y por lo tanto nunca representó la menor amenaza organizativa para la poderosa socialdemocracia en cualquiera de sus épocas, ni para el partido comunista de la república de Weimar, no es menos cierto que su pequeño historial está jalonado por la presencia de algunas grandes individualidades entre los que sobresalen con especial fuerza los nombres de tres militantes judíos: Landauer, Mühsam y Rocker. Dichas personalidades brillaron en los grandes acontecimientos revolucionaros que sacudieron Alemania entre 1918 y 1931, y también como antifascistas notorios. Sin duda es más brillante de todo fue Gustav Landauer, poeta, sociólogo, filósofo y revolucionario judío alemán (Karlsruhe, 1870-Munich, 1919). Heredero de una larga tradición herética cristiana y judía, perteneció a las juventudes socialistas hasta que en 1892, tras haber estudiado en las universidades de Heidelberg y Berlín, reunió a un grupo de disidentes del marxismo llamado Die Jungen (conocidos como los «jóvenes socialistas»), que habían sido expulsados un año antes de la socialdemocracia. Helmut llega a conocer a Landauer en uno de los extensos mitines que se realizaban por la noche en la Universidad de Berlín, a los que asistía luego de trabajar todo el día en una fábrica de piezas para maquinarias de imprentas.
Aunque gradualista y partidario de la resistencia pasiva, Landauer no desautorizó nunca la insurrección de las masas. Durante la Primera Guerra Mundial fué un ferviente pacifista e internacionalista. Landauer desconfió rotundamente de la revolución bolchevique, pero el socialista de izquierda y escritor Kurt Eissner lo convoca en Munich para que tome parte de la revolución bávara, desencadenada el 7 de noviembre de 1918. Cuando en abril de 1919 se proclamó un nuevo consejo de la república obrera de Munich, aceptó la cartera de Educación aunque su ministerio duró solamente una semana. El 1 de mayo del mismo año fue arrestado, golpeado, pisoteado, y finalmente tiroteado con saña hasta morir. Su cuerpo fue desnudado y tirado en la lavandería de un cuartel. El ministro socialdemócrata Noscke, felicitó al comandante de las fuerzas represivas por el éxito de la operación. Todo esto afectó mucho a Helmut que siguió muy de cerca a Landauer, a quien veía como el padre que nunca tuvo.
Después de que Hitler tomara el poder - éste le fué dado por Hindenburg, con la aprobación tácita de la mayoría de los partidos - la fuerza de las SS creció dramáticamente. Casi de la noche a la mañana las gigantescas organizaciones obreras se derrumbaron con las detenciones masivas, absolutamente ilegales, de sus líderes. Esto también superó a los anarquistas alemanes. Helmut desconcertado por los recientes cambios se da cuenta que algo esta sucediendo en Alemania, a pesar de que en Berlín la excitante escena cultural de la que él era parte pareciera indicar lo contrario. Helmut frecuentaba la Humboldt Universität, lo que no sólo le permitió acercarse a Landauer, también entablaría una amistad con Alfred Döblin, el escritor de la novela Berlín, Alexanderplatz que en los 70 Rainer Werner Fassbinder llevaría a la televisión. También pasaría largas noches en compañía de gente como Berthold Brecht, el pintor George Groz, o Fritz Lang.
La creciente amenaza del nacionalsocialismo en Alemania forzó a Helmut a abandonar el país en 1932, hacia Argentina. El motivo de la elección de ese destino fué una tal Stella Maris Pauls. Una atractiva chica de Buenos Aires, que conoció en alguna alocada noche del Berlín de los 20. Pero eso ya es otra historia.























Claudio Pauls
Barcelona, 4 de abril 2008

Fotos:
Cercanías de Ypes, Bélgica. Memorial de la tregua de navidad
Helmut Müller (1818)
Casa de Helmut Müller hoy. Wichierstrasse 43

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