sábado, 10 de mayo de 2008

Aplausos

En épocas donde congregar a la familia cuesta tanto o más que reunir a los Beatles, una luz asoma en el horizonte.
Fué un mes Pauls y a su vez no lo fué. Primero el cumpleaños de Mimí, casi la loba romana de la familia. Hermanos y primos nos cobijamos en sus brazos y bebimos de su siempre presente whisky on the rocks.
Luego, a la semana cumplía años Lilita. Qué se puede decir de alguien que estuvo a punto de ponerle laxante en el trago de uno de los falsos Pauls, esos que sólo saben ser una familia en los medios de comunicación. Compañera de aventuras, enarbolando siempre la bandera de la rotura y el desenfreno.
Noches épicas las dos. La primera, desgraciadamente sin la prescencia de Inesita, que tuvo que atender un compromiso con seres del más allá (del extrarradio familiar) en un trip cósmico; combate contra porcino salvaje incluído. La segunda fiesta logró juntar a toda la familia. Primos y hermanos en una noche para el recuerdo. Una noche de las que Chunchuna y Nené pueden estar orgullosas.
A pesar de esto, este mes de celebraciones tambien tuvo momentos oscuros y confusos. La disperción, todos sumidos en sus mundanas ocupaciones hizo que ese sea el único momento en el que la familia este 100% unida. Llamados, cafés, mensajes de texto han unido a sectores de la familia. Se buscó apoyo, consuelo. También se chimentó, se complotó, se arengó y mil otros verbos terminados en ó.
Sufrimos un golpe duro, o mejor dicho Jean sufrió un golpe duro. Renegando de su edad y su perfil conservador, dejó de lado su camisa y corbata, para ingresar en un campo de baloncesto y estrellar su pierna contra el duro parket. Internación mediante, su pierna pendía de un hilo y el fantasma de Cristopher Reeves acechaba. Por suerte un gurú de la medicina, amigo de Helmut y Stella Maris encomendó a su nieto, gran profesional, a ocuparse de la extremidad de nuestro querido hermano. Sólo nos resta esperar al próximo miércoles que la magia de la medicina haga lo suyo. La morfina hará el resto.
Fué un mes en el que también se vió a Mimí aferrarse a la botella como en otras épocas. Siempre con estilo y acuñando frases como "hay que reconciliarse con el cliché". Un touché a la vida, botella de Chivas en mano, en el que nuestra querida hermana tira todo una vez más por el aire, para caer bien parada, como siempre.
Luego vinieron los viajes. Lilita se embarcó en un viaje a lo profundo de nuestro país. Un clásico. Gin tonic, barbitúricos, gafas de sol y un autobús lleno de gitanos rumbo al impenetrable y más allá. Ni el río Paraguay supo detenerla. Perdiose en islas paraguayas, flirteó con personajes de baja calaña del mercado negro y mucho mas que quizás ella misma decidirá contar a la familia, o bien mantener bajo ese halo de misterio en el que ella misma se esconde.
Y Paul. Paul el enigmático de un día para otro nos manda un telegrama (sí, telegrama) diciendo que estaba presto a partir a New York. Nadie sabe a qué va. Un affaire? Otro de esos contactos con el mundo del jet-set? Algún oscuro negociado? Esperemos que a su vuelta nos cuente algo.
Pero bueno, como siempre y dejándome llevar por los vapores del alcohol, me fuí por las ramas nuevamente.
A lo que me refería al principio del mail, esa luz que asoma es la primer aparición en este blog de nuestra querida Marité. De la misma manera que en su momento me enojé por la auscencia de varios miembros de la familia (Marité incluída) en este medio, hoy celebro y alzo mi copa de vino. En épocas difíciles, donde la familia parecía estar como perdida, siempre hay algún Pauls que vuelve a poner las cosas en su sitio.
Brindo por la querida Marité, y su cyber reencuentro con el que no tiene la camisa abierta.
Salud.

Clo Clo

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